jueves, 5 de diciembre de 2019
LIBERACIÓN
Del Si Mismo al Absoluto hay un paso infranqueable. El Si Mismo no puede darse, donarse en el Absoluto, pues incluso el Si Mismo forma parte de la ilusión. ¿Qué otra cosa podría ser, si todavía conserva límites y formas, aunque se las pueda denominar amorfas?
El Si Mismo es, en cierto, la liberación del ego, no es que el ego haya desaparecido completamente, sino que ahora se le ve tal cual es y la vida se despliega desde la óptica del Si Mismo, desde un nuevo centro, podríamos decir, un centro que no es dual, una percepción no dual ,eso es cierto.
Y así, muchos creen haber llegado al final y proclaman que no hay nada más, que esto es todo. Pero no es así. Más allá del Si Mismo, más allá del Silencio, Lo Absoluto es el Todo que nunca puede ser percibido y que se "percibe", por decirlo de una manera, a si mismo, se sabe real a si mismo e ignora todo lo demás, porque nada más es verdadero.
El paso del Si Mismo al Absoluto no puede darse como devoción o indagación, como sucedió en el "despertar", "realización", "cambio de percepción" o como quiera llamársele.
El Absoluto ni se impone ni puede tomarse por asalto. Cuando la arrogancia del ego pierde fuerza, cuando incluso la "arrogancia del Si Mismo" pierde fuerza, cuando ya no hay ningún gusto por permanecer en la percepción no dual, entonces, las puertas de lo Desconocido están despejadas, los velos caen, por decirlo así.. Por eso en algunas tradiciones se habla de que las puertas se abren desde dentro..
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